Desde que conozco la fotografía de Jeff Silberman, él se ha convertido en uno de mis grandes referentes de fotografía callejera, la manera en la que crea atmosferas urbanas repletas de colores vivos, tonos suaves y juegos de grises en una increíble armonía lo convierte en uno de los artistas cuyo trabajo desearía ser capaz de homenajear, que llegue el día en el que yo reconozca que mis propias fotografías están a la altura de su trabajo. Pero l a fotografía en cuestión no se trata de uno de sus paisajes urbanos, sino que es uno de sus pocos trabajos de interior, y, como si fuera una perfecta antítesis de su arte por completo, al contrario de sus paisajes, esta fotografía sugiere un " movimiento vertiginoso ", es decir que quienes la aprecien con detenimiento van a experimentar una sensación de caída y mareo, no así en sus paisajes los cuales suelen ser estáticos, serenos, calmos, como si estuvieran literalmente congelados en el tiempo, te invitan a apreciar la parte